La riqueza de los Emiratos Árabes Unidos está en gran medida basada en la explotación del petróleo y gas natural. Ésta nación árabe es el tercer productor del Golfo Pérsico después de Arabia Saudita e Irán.
Desde 1973, EAU ha sufrido una profunda transformación, pasando de ser una región empobrecida de pequeños principados, a un estado moderno con altos estándares de vida.